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PERFILES PANUQUENSES 186


PRIMERO DE MAYO ENLUTADO POR
LA MUERTE DE DOS MINEROS
DESALOJO DE OBREROS MICHOACANOS VIOLÓ NORMAS SINDICALES
POR LA TORPEZA DE LAS AUTORIDADES EL PROBLEMA CRECERÁ MAS
JOSÉ LUIS GRACIA SÁNCHEZ
jlgracia@prodigy.net.com

Nunca visto: que el Primero de Mayo, una tradicional fiesta de los trabajadores y obreros del país, fuera celebrado luctuosamente por la pérdida de dos compañeros que murieron durante el criminal desalojo realizado por ordenes del gobierno federal a través de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en un operativo que se les salió de control y en el que perdieron la vida José Luis Castillo y Héctor Álvarez, solo por defender sus legítimos derechos sindicales en el conflicto de los mineros michoacanos que tomaron las instalaciones como medida de presión para que sea destituido el Secretario de Trabajo del gobierno del Presidente Fox, porque según el decir de los líderes, de los trabajadores no da pie con bola y las negociaciones lejos de encontrar salida se han estancado y crecido aún mas a tal grado, que ahora las organizaciones amenazan con un paro nacional de 24 horas si no destituyen al funcionario del Trabajo.

Resulta muy claro que el gobierno federal desde el presidente para abajo han sido incompetentes para resolver el problema, y esto desde sus orígenes cuando ocurrió el lamentable accidente en el que perdieron la vida 65 mineros y que a varias semanas, aún no se extrae del sitio donde se encuentran sepultados los cadáveres, creciendo dia a dia las protestas de los familiares y dolientes que se cansan de llorar su dolor en la entrada de la mina sin ningún resultado. Ese es el fondo de la lucha.

Después ha venido la destitución del Secretario General del Sindicato Napoleón Gómez Urrutia y la “tomada de nota” del ungimiento de un nuevo Secretario General, hecha la destitución porque los obreros contrarios a Napoleón lo acusan del robo de varios millones de dólares y allí fue donde al Secretario de Trabajo se le enredó la pita con el engrudo y no supo como manejar la situación. Lo primero que debió hacer fue si por supuesto había pruebas detener al poderoso líder por ese delito, y dejar al sindicato que hiciera lo que le correspondía es decir que nombrara libremente su nuevo líder y no intervenir para nada en ello, pero no fue así sino que dejó que corriera el tiempo y al acusado le dieron tiempo de ampararse y hasta que se fuera al extranjero y dejó acá ardiendo Troya. Después vino (otra vez) “la toma de nota” y se legitimó al nuevo secretario general con lo que para entonces ya había “dos secretarios generales” y la acusación cada vez mas fuerte de que el gobierno estaba inmiscuyéndose en los asuntos internos del sindicato, cosa que a ningún precio las organizaciones permiten que el gobierno meta mano si por supuesto antes no han tenido ya un previo arreglo entre las partes.

El asunto está tan empantanado que el único camino que le queda al gobierno federal es el de cesar al Lic. Francisco Javier Salazar Secretario del Trabajo y nombrar a otro que no se desempeñe tan torpemente.



De lo contrario si al presidente se le mete en la cabeza las ínfulas del principio de autoridad del que siempre, los pendejos hacen gala, cuando carecen de inteligencia y de humildad para reconocer que se han equivocado, o que su deber no es ese, el país va a sufrir incalculables estropicios y costos políticos impredecibles porque el movimiento obrero como si se tratara de una fiera herida, va a dar zarpazos por todos lados sin ninguna consideración ni para la patria ni nada.

Es muy fácil confundir el respeto a los derechos y a las actividades internas de los sindicatos, con los delitos que los propios lideres cometen en perjuicio de las organizaciones, pero las autoridades no deben, por ese respeto que la tradición y el poder del sindicalismo nacional ha institucionalizado, meterse en los asuntos internos, hasta que sean ellos mismos los obreros quienes los denuncien, ejemplos tenemos varios pero aquellos han sido regímenes de expertos en derecho laboral y al mismo tiempo penal para evitar estas explosiones y exhibiciones de incompetencia tan propias de este gobierno.

Por ahora el tradicional PRIMERO DE MAYO se redujo al doloroso luto que se guarda por los hermanos caídos, un desfile deslucido y disminuido en sus contingentes, porque los trabajadores de bien que no les gusta el alboroto y que pueden escabullirse, prefieren ir a su casa con su familia para descansar y disfrutar el dia como Dios Manda...HASTA LA PROXIMA


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